La Necrópolis es mía

La flamante concejala delegada de Turismo de Carmona no sabía que su Ayuntamiento llevaba años reclamando la titularidad de la gestión de la Necrópolis Romana. En vano fueron esas peticiones de acuerdos plenarios, pues la Consejería de Cutura de la Junta de Andalucía siempre se negó siquiera a compartir la gestión de este patrimonio cultural de la Ciudad con el Ayuntamiento que democráticamente la representa. La Junta, ya se sabe, con una mano niega a los ayuntamentos recursos y con otra les hace recaer gastos que son de su competencia como gobierno andaluz.

Pues esta concejala -según hemos sabido-, llamó a la Necrópolis, extrañada de que su responsable no se hubiese dignado a ir hasta esa fecha a conocerle para tratar este tema de su delegación... Y ahí quedó cogida, o encogida, cuando se le informó que la Necrópoilis era competencia de la Junta, no del Ayuntamiento.

Todos sabíamos que a la Junta de Andalucía no le importaba que la Necrópoliis estuviese de espaldas a la Ciudad, por más visitas que se organicen para superarlo... Lo que no sabíamos es que un representante del ayuntamiento, precisamente la concejala de turismo, hubiese estado tanto tiempo de espaldas a la Necrópolis, que ni siquiera sabía quiénes la administraban...