No quiero ser Diputado Provincial
Nuevamente, el candidato del PP en Carmona basa su campaña personal en arremetidas contra su propio partido y contra algunos de sus compañeros y dirigentes. Son los daños colaterales que está ejerciendo al emplearse en descalificar al alcalde sin argumentos convincentes. Habrán sentido vergüenza ajena los mismos que le acompañaban.
Ahora resulta que ser diputado provincial es una deshonra. Que esta responsabilidad supone un desprestigio ante los ciudadanos por la dedicación que conlleva. “No quiero ser diputado provincial, quiero ser alcalde de Carmona, no quiero ser diputado provincial”, decía una y otra vez nuestro ínclito y afortunado líder, aspirante a la poltrona municipal. Fíjense ustedes, todo lo que este señor ha dicho o silenciado inconscientemente al mismo tiempo con estas palabras proferidas en el mitin del PP:
En primer lugar, no habló para nada del motivo de la convocatoria del acto, que era sobre el referéndum del Estatuto de Autonomía para Andalucía, se equivocó de campaña y creía que estábamos ya en las municipales. Total (esto no es marca de gasolinera), para qué vamos a tratar de Andalucía, si ni siquiera la provincia nos merece atención... Como si una Ciudad estuviese al margen de su contexto territorial y político...
En segundo lugar, cuando alguien dice “yo no quiero” ser esto, está renunciando a algo que puede conseguir. Cuando dice “yo no quiero ser diputado provincial” será porque pudiendo serlo, renuncia a ello... cuanta generosidad por Carmona, ¿no? Sin embargo, la verdad es otra. En esta andadura democrática, desde las primeras elecciones municipales de 1979, el PP no tuvo nunca un diputado provincial en este distrito electoral, al que pertenecen Carmona, Viso, Mairena y la Campana. De los dos asignados a esta circunscripción uno es del PSOE y otro de IU. Por tanto, difícil es renunciar tan generosamente a algo que no se tiene y que, con los datos en la mano, prácticamente es imposible conseguir. Es como la fábula de la zorra y las uvas... “no las quiero, están verdes” decía ella tras el vano intento de cogerlas sin poder alcanzarlas. Sólo que a este animal no se le ocurrió, además, insultar a los de su misma especie...
En tercer lugar. ¿Qué habrán pensado de esta despectiva alusión los alcaldes del PP que son diputados provinciales o andaluces...?. Por ejemplo, Antonino Gallego, alcalde de Bollullos de la Mitación y diputado provincial del PP; o Jesús Calderón, alcalde de Pilas que fue también diputado provincial del PP. O la propia Teófila, alcaldesa de Cádiz y presidenta del grupo parlamentario popular. Anda, Juan, díselo a estos alcaldes y dirigentes de tu partido. Porque a las alcaldesas de Castilleja de la Cuesta y de Tomares, o al alcalde de Fuentes, por citar ejemplos más cercanos, no hace falta que les digas nada, porque son diputados provinciales del PSOE...
La fábula de la zorra y las uvas enseñaba a los niños que los “faroles” que nacen de esa hipócrita apariencia del “quiero y no puedo”, hacen reír incluso a los pájaros. Porque ni las uvas de la Diputación ni las uvas de la alcaldía están maduras, por muchas viviendas asequibles que digas que vas hacer ahora, como las que están haciendo esos socios amigos que van comprando los solares del casco antiguo para luego venderlos a “precios asequibles”... Nos morimos de risa, como los pájaros que miraban a la zorra.
No quiero ser Diputado Provincial
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3 comentarios:
jajajajaj, yo si quiero ser diputado provincial. Bueno, yo creo que nos hemos enterado mal, que el chiquillo lo que quiere es ser diputado regional. O nacional ? Vaya lio.¡ Esto de las vocaciones tardias....
Ser Diputado provincial permite, por ejemplo, que nos enteremos en tiempo y forma de las ayudas y subvenciones de Diputación que, de otra manera, el partido gobernante, dícese el PSOE, callaría para los suyos (olé la democracia).
Ser Diputado Provincial permite, por ejemplo, agilizar trámites en favor de nuestra ciudad que de otra manera, dada la ineficacia de la administración provincial, quedarían en el cajón del olvido.
¿Acaso Juan Ávila ya no recuerda las denuncias que nuestro Alcalde, como Diputado Provincial, ha realizado en Pleno de Diputación y que, muchas de ellas, han sido secundadas por su propio partido?. Dícese, por ejemplo, de aquella moción reclamando mayor transparencia y equidad en el reparto de subvenciones a los municipios, donde el propio PP viene siendo el mayor perjudicado. Basta con tirar de hemerotecas para recordar.
En definitiva, ser Diputado Provincial significa tener mayor cuota de poder para cambiar las cosas, o para que no cambien. Es una regla básica que cualquier principiante en política conoce.
Pero tú sigue, sigue, Juan Ávila, que te estás luciendo.
Una sugerencia: posiblemente Juan Corbones ya haya pensado en algo así. No sé siquiera si sería posible, pero no estaría mal publicar en el periódico de Carmona alguna de las aportaciones que anónimos y pseudónimos hacen sobre temas relacionados con los candidatos a la Alcaldía. Quien siembra vientos recoge tempestades, dice Juan Corbones en uno de sus artículos.
pd: no hay una sección para sugerencias.
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