EL CONTRATO DE ANTONIO CANO EN LA PRENSA (III)

EL GIRALDILLO
DIARIO DEL AGOBIO Por JAVIER GONZÁLEZ

El alcalde de Carmona, entre el error y el fraude político

El alcalde de Carmona, Antonio Cano Luis (PSOE), que basó su campaña electoral en acusar a su antecesor, Sebastián Martín Recio, de desatender el Ayuntamiento por ser portavoz de IU en la Diputación de Sevilla, no sólo ha cometido ahora el grave error político de firmar un contrato con el Consorcio del Huesna que lo obliga a trabajar 37 horas y media semanales en la sede del organismo en Sevilla capital.

Cuando aceptó la oferta laboral, Cano Luis no reparó en que defraudaría así no sólo a su electorado sino a todos los ciudadanos de Carmona, después de haber prometido en la campaña electoral, hace seis meses, que, a diferencia de su antecesor, dedicaría todo su tiempo al Ayuntamiento. Así que, al ver las críticas que ha suscitado en el pueblo su compromiso firmado con el Huesna, el regidor ha decidido replantearse la situación para capear este conflicto con la opinión pública local, pero sin aclarar cuáles son sus nuevasintenciones.

La salida más lógica habría sido la de renunciar al puesto en el Consorcio del Huesna y quedarse con su sueldo de alcalde, pero esto le haría perder al menos 18.000 euros anuales. La otra solución habría sido mantenerse firme en su decisión inicial de trabajar fuera del Ayuntamiento y dimitir como alcalde, o bien aguantar hasta que pudiera las críticas de la oposición y de la ciudadanía ante tan evidente fraude al electorado.

En cambio, el regidor no ha optado por ninguna de esas dos alternativas –las que dicta el sentido común– y ha emplazado a principios de la semana que entra para desvelar su decisión, curiosamente después de una reunión del consejo rector del organismo de aguas dependiente de la Diputación. Esta actitud confusa y misteriosa permite deducir que tanto el alcalde como el propio Consorcio del Huesna se estén planteando eliminar del contrato la cláusula que obliga a Cano Luis a trabajar 37 horas y media a la semana fuera de su Ayuntamiento.

Si eso ocurriera, el fraude a los ciudadanos sería mayúsculo y descarado, puesto que se estaría regalando un sueldo de alta dirección por no hacer nada a un señor que, antes de las elecciones, cobraba sólo la mitad. Ya era práctica habitual en la Diputación de Sevilla poner sueldo a los ex alcaldes socialistas, pero ahora, a lo que se ve, la suerte caprichosa que reparten los gobernantes está agraciando también a regidores en activo.