Los Estatutos


Los Estatutos

Hablaría, en primer lugar, del Estatuto de Autonomía de Andalucía porque ya estoy un poco hastiado de la primacía mediática que ha adquirido el Estatut. Nadie se acuerda ya del denostado Plan Ibarretxe y ha quedado desapercibido por completo el Estatuto valenciano... Es posible incluso que haya por ahí otros estatutos hijos del anonimato, simplemente porque sus comunidades están instaladas en la normalidad y no sabemos nada de su existencia. Pero el de Andalucía, “el nuestro”, ese ya circula por el cauce del acuerdo previo, camino de la desembocadura en el trámite parlamentario donde terminará en el océano del Congreso de los Diputados; allí en alta mar, las enmiendas y los acuerdos de última hora lo dejarán igual que un barco tras el temporal, presto a ser devuelto a las costas andaluzas, igual que las pateras, plagado de confusiones y deshecho por completo. Pena que no haya un Carod por aquí al que dejen tirado.

El nuestro, el de Andalucía, ya está en “fase borrador”. Así, Izquierda Unida y PSOE, que se entere aquí en Carmona el niño pelón, han convenido un texto altamente progresista en el que se habla de grandes temas, derechos y realidades ansiadas en los últimos tiempos, y cuestiones que ni existían hace veinticinco años, 1981, fecha en la que fue promulgado el actual, por cierto redactado en Carmona.

Pero aún hay importantes renglones en blanco en este borrador de Estatuto. Por ejemplo, el tema de los Ayuntamientos; que se enteren los alcaldes para qué les sirve tener sus respectivos parlamentarios, y ahí todos los partidos deberían ponerse su propia penitencia. Por supuesto, de nación, nada, hasta ahí podríamos llegar, después de que el catalán sólo menciona esta palabra no como definitoria de una identidad sino como referencia de un debate parlamentario... Comarcas?, no, tampoco, esas se las comieron las áreas metropolitanas. Y ausencias no definitivas que han de cubrir su expediente, nos referimos al papel del PP y del PA.

Y, atención, la parte principal, la financiación. He ahí un tema crucial. No podemos resistir el comparativo: Catalunya ha conseguido tres mil millones de euros en concepto de deuda histórica por el déficit de infraestructuras. Andalucía no ha conseguido ni que figure en los presupuestos, es más, muchos socialistas ya hablaban de que este término estaba desfasado pues con la Expo ya quedamos bien equipados.
Catalunya ha conseguido el 50% del IVA y del IRPF, el 58% los impuestos especiales. Esto es, 573,05 euros por habitante. Esto significaría para Andalucía 317,46 euros por habitante.
Catalunya ha conseguido que el reparto de las inversiones se haga en función de su PIB, (quien más tiene, más recibirá: esto es, solidaridad) 18,9%, en vez del referido a su población, 15,5%, con la que ya ha logrado un gran plus de beneficios. Andalucía ha exigido que dicho reparto se haga sobre su población, 17,7%, y no sobre su PIB, 13,7%. Las dos fórmulas a la vez no podrán aplicarse para el reparto en porcentajes ¿cuál creen ustedes que al final se aprobará? ¿la catalana, ya acordada, o la andaluza?
No hemos podido dejar de referirnos al Estatut de Catalunya al hablar del nuestro, ¿creen ustedes que esto es casual? No, esa sombra, más bien compañía, va con nosotros. Lean si no el último renglón, tras la disposición final, del actual Estatuto de Autonomía de Andalucía. Dice:
“El presente Estatuto entrará en vigor....Por tanto, mando a todos los españoles, particulares y autoridades que guarden y hagan guardar esta Ley Orgánica. Baqueira Beret a 30 de diciembre de 1.981.- Juan Carlos Rey.-“ ¿Qué???







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